El café en cápsulas, en el mercado desde al año 1986 pero cuya expansión se dio a partir del año 2012, es hoy en día una de las formas más habituales de consumir café en los hogares. Desde su lanzamiento, la calidad de este tipo café ha ido mejorando, así como la de sus cápsulas y la tecnología involucrada. Con una sociedad cada vez más implicada en cuestiones medioambientales y de sostenibilidad, es necesario dar respuesta a la cuestión de si las cápsulas de café son perjudiciales.
Día a día se producen mejoras continuas en el formato de las cápsulas de café de aluminio, las más utilizadas, lo cual produce una mejor extracción del café en las máquinas existentes. Pero al mismo tiempo, con el incremento de demanda de café de mayor calidad, los consumidores también buscan una mayor sostenibilidad y transparencia. Al aumentar dicho consumo, los usuarios son más conscientes del impacto ambiental y de la búsqueda de la calidad.
Los últimos años han sido los de mayor crecimiento del consumo de café en cápsulas. De hecho, en nuestro país se consumen anualmente 40.000 toneladas de café en cápsulas, según el Estudio del Consumo del Café en España. Sin embargo, este auge ha tenido un coste medioambiental, un aspecto contra el que en la actualidad se lucha de forma activa. Poder reciclar las cápsulas se ha convertido en una prioridad para las empresas productoras, las cuales no solo tienen que proporcionar soluciones de reciclaje; si no que deben educar y capacitar a sus clientes para que eliminen sus residuos de forma responsable.
Pese a los posibles problemas de contaminación de las cápsulas de café, su consumo sigue incrementándose cada vez más, ya que proporcionan una experiencia al consumidor muy favorable, pudiendo disfrutar de un café al estilo de las tiendas especializadas en la comodidad de sus propios hogares. Al mismo tiempo que, tal y como hemos comentado, la sostenibilidad y la calidad están convirtiéndose en una prioridad también para los consumidores de café en cápsulas de todo el mundo.
Desde Mocay, apostamos por las cápsulas de café compostables y un café sostenible y de calidad. Veamos a continuación interesantes aspectos sobre este tipo de cápsulas, así como sobre su reciclaje.
Cuánto contaminan las cápsulas de café
Como acabamos de ver, es una realidad que existe un problema de contaminación con las cápsulas de café, pero no todas ellas lo hacen por igual, ya que en función del tipo de cápsula de café que se trate contaminarán más o menos.
¿Todas las capsulas de café contaminan lo mismo?
El boom experimentado en el mercado de cápsulas de café ha tenido consecuencias medioambientales. Según datos oficiales de Eurostat, en España, la tasa de reciclaje y reutilización de los residuos municipales fue solo de un 34,7% en 2019. Esto se debe a que hay muchas personas que no están lo suficientemente concienciadas de la importancia de fomentar la economía circular mediante actividades como el reciclaje.
Otra razón de peso es que muchas veces los materiales de estas cápsulas son más complejos de reciclar, si bien en teoría son perfectamente reciclables, requieren de instalaciones más especializadas por estar compuestos de diferentes materiales como el aluminio o plástico.
Por lo tanto, podemos reciclar las cápsulas de café, pero debemos ser cuidadosos para trasladarlas al punto de reciclaje más adecuado. Es importante señalar, que las cápsulas de café no están consideradas como envases, sino que están tipificadas como residuos alimentarios y, por tanto, su gestión no entra dentro del ciclo de procesamiento del contenedor amarillo.
Como señalábamos, no todas las cápsulas están fabricadas con los mismos materiales y, por consiguiente, no tienen el mismo impacto en el medioambiente. Podemos diferenciar entre las cápsulas de aluminio, que son las más comunes; las cápsulas biodegradables y las cápsulas compostables.
Desgraciadamente, muchas de las cápsulas de café que encontramos en los supermercados están fabricadas de aluminio y plástico. El problema de esta combinación de materiales es que son muy complejas de reciclar y no pueden descomponerse de manera natural, convirtiéndose en una masa de residuos que se acumula de manera innecesaria.
Ante esta problemática, muchas marcas del sector se han puesto manos a la obra para ponerle solución, ofreciendo otros tipos de cápsulas alternativas cuyos materiales sean más sostenibles y permitan una buena conservación del café. De esta manera, se evita que esos deshechos acaben en los vertederos. En Mocay, para impulsar la economía circular y proteger el medioambiente, ofrecemos cápsulas realizadas con materiales compostables.
Reciclaje de las cápsulas de café
Para evitar los problemas de contaminación con las cápsulas de café deberemos reciclar. Si estamos hablando de una cápsula de aluminio y plástico, éstas deberán depositarse en los puntos de recogida que habilita cada fabricante, ya que no pueden ser depositadas en el contenedor amarillo, o en su defecto deben llevarse a un punto limpio o depositarse en el contenedor de los restos (contenedor gris).
En el caso de las cápsulas sostenibles no tendremos este problema. Es importante que diferenciemos una cápsula biodegradable de una compostable, ya que son dos cosas diferentes. El único punto en común es que ambos formatos son más beneficiosos con nuestro entorno en comparación con las cápsulas de aluminio, pero es interesante que conozcamos sus diferencias.
Tanto los materiales biodegradables como los compostables pueden descomponerse con el paso del tiempo, pero la principal diferencia entre ambos es la duración y las condiciones de esa degradación. Los materiales compostables se degradan más rápidamente, si bien es cierto que para que esta descomposición se produzca es necesario que se den determinadas condiciones de temperatura, humedad y microorganismos. En concreto, las cápsulas de Mocay cuentan con el certificado OK Compost Industrial, el cual acredita que nuestros productos alcanzan un nivel de degradación de, al menos, el 90% en un plazo de 6 meses en una planta de compostabilidad industrial.
Es por lo tanto muy importante que nos concienciemos de la importancia de preparar nuestro café con cápsulas que generen menos contaminación, siendo fundamental saber cómo se reciclan. Las cápsulas compostables deben depositarse en el contenedor marrón, es decir, el destinado a los desechos orgánicos. Una vez las cápsulas llegan a la planta de compostaje, se integran en un ciclo que las convierte en abono.
Los consumidores no tenemos que renunciar a ese café en cápsulas que tanto nos gusta y tan práctico nos resulta, pero tenemos la opción y también la responsabilidad, de poder ser más respetuosos con nuestro planeta apostando por fabricantes que se hayan subido al carro del cambio sostenible y de la fabricación de cápsulas de café no contaminantes.
