A menudo la gente suele hablar del café liofilizado y del café soluble como si se trataran de lo mismo. Sin embargo, a pesar de que ambos son cafés instantáneos, la manera en que se obtienen es completamente diferente. ¿Sabías que la liofilización del café ayuda a mantener todo el aroma y el sabor del café? ¿Y que existe café soluble liofilizado?
A continuación, resolvemos todas tus dudas.
¿Qué es café liofilizado?
El café liofilizado se obtiene mediante el proceso de liofilización, que permite conservar el aroma y el sabor que tiene el café en grano. Dos elementos fundamentales para poder disfrutar en su totalidad de la experiencia del café.
El proceso de liofilización del café consiste en congelar el extracto líquido de dicho café, sea cual sea la mezcla de café elegida, para luego someterlo a diferentes procesos que permiten eliminar el agua y dejar solo la materia sólida. De ahí se obtienen esos gránulos que utilizas para preparar tu café instantáneo, porque el café liofilizado es soluble, pero no todos los cafés solubles son liofilizados.
¿Cómo se hace el café liofilizado?
Para que entiendas mejor el proceso de liofilización del café vamos a explicártelo paso a paso.
- Se corta la cereza de la planta del café.
- Se despulpa el fruto y se obtiene el grano.
- Se limpia y lava el grano para quitarle la miel.
- Se deja secar el grano al sol entre dos y tres días.
- Se desprende la cáscara seca del grano.
- Se tuesta el café a una temperatura de 220ºC.
- Se muele el café de forma homogénea.
- Se prepara el café con agua a 70ºC agitándolo de forma continua.
- Se filtra y congela la disolución obtenida durante 24 horas.
- Se introduce el café en el sistema de liofilización durante un período de 72 horas y se somete a un proceso de sublimación para eliminar el agua, que pasa de estado sólido a gaseoso.
En qué se diferencian el café liofilizado y el café soluble
Cuando hablamos de las diferencias entre el café liofilizado y el café soluble hay una principal muy fácil de apreciar. El aspecto del café soluble es el del café molido, pero con el aspecto de una molienda un poco más gruesa. Mientras tanto el café liofilizado tiene el aspecto de gránulos irregulares fruto del proceso de liofilización, así que solo necesitas encontrar la mejor leche para el café para disfrutar de una buena taza.
Otro aspecto que los diferencia es que en el proceso de solubilización del café se utiliza polvo de café, que se concentra y deseca para después someterlo a una pulverización. Sin embargo, durante este proceso el aroma y el sabor desaparecen, por lo que hay que añadirlos posteriormente de forma artificial. Por su parte el proceso de liofilización del café hace que este mantenga sus propiedades organolépticas intactas.
Por último, podemos hablar de otra diferencia fundamental, y es que mientras que en el proceso de solubilización sí intervienen procesos químicos, en el proceso de liofilización no y además es más respetuoso y menos costoso.
Alrededor de una taza de café siempre puedes aprender cosas nuevas. Disfruta de todo el sabor y aroma de tu próximo café solo o en compañía.
Tanto el café soluble como el liofilizado son cafés instantáneos pero sus procesos de producción son muy diferentes:
En la solubilización se extrae el polvo de café, que se concentra y se deseca acompañándolo de una pulverización. Al tratarse de un proceso brusco, se anulan el aroma y el sabor que necesitan añadirse posteriormente de manera artificial.
La liofilización consiste en una ultra congelación. El resultado se concentra y se introduce en una cámara que la que se deshidrata directamente sin pasar por el estado líquido (sublimación), El café conserva así sus propiedades organolépticas intactas. A diferencia de la solubilización el liofilizado no se somete a ninguna manipulación química, es más respetuoso y más costoso.
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