El brunch está de moda y se ha convertido en la mejor manera de compartir un rato agradable con tu familia, tus amigos o tu pareja. Es más, cada vez son más los locales que se pueden encontrar ofreciendo esta opción, ¡e incluso algunos establecimientos están especializados en ella! Pero lo primero de todo, ¿qué es un brunch?
Brunch es la contracción de las palabras inglesas breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo). ¿Y en qué consiste? Básicamente une lo mejor del desayuno y de la comida, permitiendo encontrar en la misma mesa todo tipo de embutidos, huevos o salchichas al mismo tiempo que ensaladas de frutas, tortitas o incluso tartas. A estos se unen bebidas como el café (si haces uno aprovecha para comprar café gourmet), los zumos de frutas, las infusiones, los refrescos o, el vino y los cócteles a medida que se aproxima la hora del almuerzo.
Originalmente se trataba de una costumbre muy elitista que provenía de los grandes desayunos de la aristocracia inglesa. Desde su llegada a Estados Unidos y su posterior transformación al brunch que conocemos, podemos decir que hoy en día se ha convertido en una costumbre cada vez más extendida.
Lo habitual es que los brunch empiecen en torno a las 10 de la mañana, extendiéndose hasta entrada la hora de comer (recordemos que su propio nombre lo indica), aproximadamente las dos de la tarde. Sin embargo, este horario lo puedes adaptar libremente si decides hacer un brunch en casa.
Pero sin duda, lo mejor del brunch es que es la excusa perfecta para reunirte con los que más quieres en torno a una mesa mucho más informal que lo que supondría organizar una comida, permitiendo que cada uno coma lo que quiera a su ritmo mientras se conversa.
Hay quienes optan por el brunch para celebrar días especiales como cumpleaños, sin embargo, cualquier día es bueno para celebrar uno. Así que, si te animas, y para que no te pierdas en su preparación, vamos a darte algunas ideas sobre cómo hacer un brunch.
Ideas de brunch salado
Así que quieres preparar un brunch en casa, ¿eh? Pues tal y como te hemos dicho, los platos salados son muy importantes en esta comida. Y no lo vamos a negar, organizar un brunch también supone una oportunidad de lucirte con platos que, aunque sean sencillos, harán las delicias de tus acompañantes. Al igual que ya conoces qué capacidad tiene una taza de café, si vas a preparar un brunch 100% casero, tienes que hacer una lista de platos e ingredientes para no saturar, pero también para no quedarte corto.
Un buen ejemplo son los huevos al horno, que puedes dejar preparados con antelación para que en el momento en que se hayan reunido todos los asistentes solo tengas que meterlos en el horno para que salgan calentitos. Para prepararlos solo necesitarás llenar unos moldes o cazuelitas con salsa de tomate casera, formar un pequeño hueco en el centro y allí romper un huevo. Después salpimienta, añade un poco de queso de cabra desmenuzado y ya está preparado para el horno. Cuando esté listo solo tendrás que acompañarlo de unas tostadas.
Otra buena opción sería preparar una tabla de embutidos completa con jamón cocido, jamón serrano, diferentes quesos o incluso salmón ahumado. Junto a ella coloca una cesta con distintos tipos de panes, mucho mejor si estos son caseros. De cualquier manera, estamos seguros de que en tu panadería de confianza podrás encontrar algunos como pan con semillas de amapola, pan de centeno, pan multicereales o pan de maíz. Así cada uno de los asistentes a tu brunch en casa podrá prepararse la tosta que prefiera.
Los huevos benedictinos (o simplemente benedict) son todo un clásico a la hora de preparar un brunch en casa, y si has ido a algunos locales especializados verás que son también los que más público tienen. Tan solo necesitas cocerlos en su punto, con la yema incluso un poco tierna, y cubrirlos con una buena salsa holandesa. ¿Para acompañar? Desde salmón ahumado hasta aguacate o bacon son grandes opciones para que tus huevos benedict sean de sobresalientes.
Pero si lo que quieres preparar es un brunch con un sabor más americano nada como preparar bagels para tus invitados. Apostando por una de las recetas más clásicas solo necesitarás comprar estos panecillos con agujero en el centro, abrirlos por la mitad, untarlos con queso, añadir algo de lechuga, rúcula o tomate y rematar con un poco de salmón ahumado, fiambre de pavo o rodajas de huevo duro. ¡Deliciosos!
Ideas para un brunch dulce en casa
Pero no todo va a ser salado, y es que si quieres hacer un brunch en casa no puedes olvidar la parte más dulce.
Una buena opción para empezar con las conocidas como tostadas francesas, muy similares a nuestras torrijas. Para hacerlas necesitarás rebanadas de pan de molde o de brioche gruesas que tendrás que bañar en leche con azúcar y canela y luego rebozar con huevo batido. Después basta con freírlas con mantequilla y acompañarlas con frutas como pueden ser frutas del bosque, melocotón o incluso manzana al horno.
Para los amantes de las tartas de estilo americano, una imprescindible y super clásica es la carrot cake. Una de las tartas más jugosas y nada empalagosas con un bizcocho de zanahoria cuya receta puedes encontrar en internet y que puedes cubrir con un riquísimo frosting de queso (para el que solo necesitas queso de untar y un poco de azúcar glas).
Ya que se trata de un brunch en casa, nada mejor que dejar que cada uno de los asistentes personalice su bocado dulce y al mismo tiempo saludable. Coloca en tu mesa vasitos con el yogur o kéfir que prefieras (o puedes dar distintas opciones a tus invitados por si los prefieren de origen vegetal o tienen intolerancias) y cuencos con frutas picadas, granola, pepitas de chocolate, frutos secos o miel para que elijan el acompañamiento que más les guste.
Para terminar, otra opción dulce pero también muy saludable, es la fruta. Pero no te estamos diciendo que simplemente coloques un bonito frutero con fruta de temporada (aunque tampoco sería mala opción). Puedes hacer brochetas de frutas de temporada para una presentación más artística, o bien hacer una macedonia también con frutas de temporada con la que aplacar a los golosos que no quieren recurrir a tartas o bollos.
Tanto si te decantas por una opción de brunch más dulce como si has decidido apostar por un toque más salado, en tu mesa no puede faltar una buena taza del mejor café que ayude a completar la carga energética y de sabor para empezar el día con fuerza.
