Los cafés más raros y exclusivos del mundo

Los cafés más raros y exclusivos del mundo

Café, cultura del café, curiosidades del café, variedades de café

Todo aficionado al café, antes o después, comienza a sentir curiosidad por las variedades más exclusivas, las más caras, las más especiales… si bien la mayoría de las veces tiene que conformarse con leer sobre ellas. Y es que, en cuestión de café, la exclusividad puede llegar a alcanzar precios prohibitivos. Son muchos los que opinan que la calidad no explica por sí sola el coste desorbitado de estos cafés top, sino que la razón se encuentra más bien en lo limitado de su producción o en la peculiaridad de su tratamiento. Por suerte, cualquiera puede disfrutar de un café excelente sin tener que desembolsar cientos de euros. ¡En Mocay lo hacemos a diario! Pero, como se suele decir, el saber no ocupa lugar, así que nunca está de más conocer los cafés que, probablemente, ¡nunca probaremos! 

 

Kopi Luwak, Black Ivory, y otros cafés “procesados” 

Todo el mundo ha oído hablar de ese café que se recolecta de las deposiciones de un animal originario de Asia, ¿verdad? Pues bien, no hay un único café con esas características, sino varios.  

El Kopi Luwak proviene de las deposiciones de la civeta, un pequeño mamífero omnívoro que habita en las selvas del sudeste asiático. Es, por eso, escaso y caro. Ahora bien, los expertos opinan que el Kopi Luwak es, además de raro, excelente. Resulta que las encimas digestivas de la civeta hacen fermentar los granos de café provocando en ellos una pérdida de amargor y acidez. Una vez recogidos, lavados y tostados, estos granos tienen un sabor suave y un aroma distintivo que son muy apreciados por los entendidos.  

Otro café “procesado” de manera similar al Kopi Luwak, y acaso menos conocido, aunque más exclusivo aún, es el Black Ivory. Aquí el animal involucrado es el elefante asiático. Este es el café más caro del mundo; un kilo viene a costar en torno a 2.000 dólares. Sin poner en cuestión la calidad del producto, lo cierto es que el precio es muy elevado, en parte, porque los elefantes mastican mucho su comida. Esto provoca que la mayoría de los granos que toman acaben partidos y sean inutilizables, por lo que se calcula que hacen falta alrededor de 33 kilos cerezas de arábica de la mejor calidad para producir un solo kilo de Black Ivory.   

Otros cafés de características similares a estos son el Café del pájaro Jacu en Brasil, y el Café de Monos de Taiwan. En este último caso, los granos no son digeridos, sino chupados y escupidos, lo que, al parecer, les otorga un sabor a vainilla único.  

 

Black Blood, el tostado distintivo 

El Black Blood de Tailandia es un café muy valorado por los aficionados a los sabores fuertes. El secreto aquí está en el proceso de tostado, que se lleva a cabo en una sartén de hierro. Esto, unido a que la molienda se hace a mano, hace de este un café de producción limitada y, por lo tanto, exclusivo. Pero no se puede negar que el Back Blood tiene carácter; es un café tan potente que se prepara en prensa francesa y aún así queda fuerte. No será del agrado de quienes gusten de cafés suaves, eso está claro, pero quienes disfruten con los sabores y los aromas intensos encontrarán en él una auténtica joya.  

 

Café de Santa Elena, el valor de lo remoto 

Es curioso hasta qué punto la exclusividad influye el valor de un producto. El café de la isla de Santa Elena es, sin duda alguna, un café de gran calidad, entre otras cosas porque su cultivo y recolección se hacen a mano y el clima acompaña (no así la altura); pero eso no explica por sí solo por qué un kilo de este café ronda los 150 euros. El motivo de tanta exclusividad se encuentra en lo limitado de la producción —Santa Elena es una isla pequeña— y, sobre todo, en lo remoto de la ubicación, que hace extremadamente difícil y caro poner el producto en el mercado. Y es que Santa Elena, que está en mitad del Atlántico Sur, es el territorio habitado más aislado del mundo y su conexión con otros territorios es muy precaria. Ese fue el motivo por el que los británicos eligieron la isla para desterrar a Napoleón y evitar que volviera a Francia, como ya había hecho cuando lo recluyeron en la isla de Elba; y esa es, también, la razón por la que su café está tan cotizado.  

 

Café caracolillo  

Os hablábamos de él hace bien poco en este artículo del blog. El caracolillo no es una variedad como tal, ni tampoco un origen concreto, sino que se trata de un grano que, debido a una mutación genética, presenta unas características únicas. Los granos de café se encuentran por pares en el interior de la baya del café, pero, en el caso del caracolillo, una sola baya ofrece un único grano. Este grano, que antiguamente se desechaba como defectuoso, es hoy muy valorado por los aficionados al café, pues ofrece unas características en taza únicas. Aunque esta mutación aparece en cualquier variedad de café, solo las que provienen de granos selectos llegan al mercado como caracolillo, lo cual explica, en parte, su buena fama. En Mocay contamos con el café caracolillo en grano Rwanda Nova café des Mamas-Carcolillo. Se trata de un café de la variedad arábica Red Borubon, cultivado a entre 1.800 y 2.000 metros de altitud en Ruanda, que en taza ofrece una acidez cítrica en la que se aprecian notas de pomelo y bayas, con cuerpo redondo y aterciopelado.  

Existen muchas otras variedades de café caras y exclusivas. Tantas, de hecho, que no podríamos enumerarlas aquí. Pero es importante tener en cuenta, como decíamos al principio, que, a veces, la relación entre precio y calidad se ve trastocada por otros factores, y que, por suerte, es posible disfrutar de un café excelente sin necesidad de desembolsar enormes cantidades de dinero. ¡En Mocay tenemos la prueba de ello! 

< Volver al blog