La cafetera se ha convertido en uno de los elementos esenciales de todo hogar. Sin embargo, y al igual que puede pasar con otros elementos asociados a la cocina como pueden ser los electrodomésticos, pueden llegar a acumular restos que se hagan difíciles de quitar e impidan su correcto funcionamiento.
En el caso de las cafeteras, lo más común es que se produzca a la acumulación de cal y restos de suciedad en el mecanismo, lo que tiende a provocar que el café no tenga el sabor que debería o, en el caso de las cápsulas o las cafeteras automáticas, que el café no llegue a salir.
Esto nos lleva a la pregunta, ¿cómo se descalcifica una cafetera? Para ayudarte a mantener la tuya en perfecto funcionamiento vamos a hablarte de los métodos que existen para cada una de ellas.
¿Qué pasa en la cafetera cuando se acumula la cal?
La acumulación de cal en tu cafetera puede impedir que disfrutes de un buen café cada día. Por eso, antes de que decidas comprar otra cafetera vamos a hablarte de la raíz del problema, la cal.
Debido a la mineralización del agua la cal tiende a concentrarse en filtros y tubos de las cafeteras, lo que en ocasiones puede provocar un mal funcionamiento o la obstrucción de alguno de los canales de paso para preparar la infusión.
Si a esto le sumamos que el café genera una sustancia aceitosa al infusionar tenemos como resultado un residuo que no solo puede afectar al café que preparemos, sino también a la máquina, dificultando su funcionamiento. Por eso resulta fundamental mantener limpia nuestra cafetera (por ejemplo, aquí te contamos cómo limpiar la cafetera italiana).
¿Cómo saber que ha llegado el momento de descalcificar la cafetera?
Cómo saber si necesitas descalcificar una cafetera
Que necesites descalcificar tu cafetera con mayor o menor frecuencia responde a dos factores fundamentales.
El primero es saber con cuanta frecuencia usas tu cafetera. Lógico, ¿verdad? Y es que no es lo mismo que utilices la cafetera varias veces al día, que el hecho de que la uses solo una. Es decir, cuanto más la uses más frecuente deberá ser su descalcificación.
Por otra parte, el otro factor que determinará si debes descalcificar tu cafetera con mayor regularidad es la dureza del agua de tu ciudad. Un agua dura es aquella que tiene una mayor cantidad de minerales y que, por tanto, deja una mayor cantidad de residuo. Así que, si el agua de tu ciudad es blanda, o si preparas el café con agua mineral de baja mineralización, podrás espaciar más esas descalcificaciones.
Sencillo, ¿verdad?
Cómo descalcificar tu cafetera en casa
Si eres un auténtico cafetero ya te habrá quedado claro que a menudo tendrás que descalcificar tu cafetera con frecuencia, así que vamos a darte algunos consejos sobre cómo puedes hacerlo.
Tradicionalmente se ha recurrido a tres elementos naturales para llevar a cabo esta descalcificación: vinagre, limón y bicarbonato de sodio. Los tres son fáciles de conseguir y que pueden utilizarse en casi todas las cafeteras.
- Vinagre: Llena el depósito con agua y vinagre (ya sea de vino o vinagre blanco de limpieza) a partes iguales y pon en marcha la cafetera como si fueras a preparar tu café diario. Una vez se haya completado el proceso y vaciado el depósito llénalo de nuevo pero esta vez con agua para arrastrar cualquier resto, además del sabor y el olor del vinagre. Después limpia el depósito con agua y jabón y sécalo bien antes de volver a colocarlo.
- Limón: Mezcla dos partes de zumo de limón por una de agua y llena el depósito. El proceso es exactamente igual que el del vinagre, así que cuando acabes asegúrate de limpiar el depósito con agua y jabón.
- Bicarbonato de sodio: En este caso deberás echar dos cucharadas de bicarbonato de sodio en el depósito del agua. ¿El resto? Exactamente igual que el vinagre. Una vez se haya acabado ese primer depósito llénalo con agua un par de veces para limpiar bien el mecanismo interno. Después límpialo con agua y jabón y listo.
Claro que si prefieres ir a lo seguro siempre puedes recurrir a los productos de limpieza profesional, las pastillas y los líquidos descalcificadores que puedes encontrar en supermercados o en las tiendas especializadas. Estos productos son aptos para cafeteras de cápsulas, de goteo o espresso.
Como ya te hemos dicho, no todas las cafeteras son iguales, así que no siempre podrás recurrir al vinagre, el limón o el bicarbonato como se hace habitualmente en las italianas y las de goteo.
Por ejemplo, en el caso de las cafeteras de cápsulas, los fabricantes recomiendan no utilizar vinagre, ya que puede dañar los componentes de aluminio que se encuentran en ella. En su caso lo mejor es optar por soluciones cítricas no ácidas (además de las pastillas de descalcificar).
Y luego están las que, simplemente, necesitan un producto específico para ellas como las cafeteras espresso o las superautomáticas. En estos casos sí o sí deberás recurrir a un producto descalcificante para garantizar una limpieza profunda. Tan solo tendrás que verterlo en el depósito y poner en marcha tu cafetera tal y como te indicamos ya en caso de utilizar sustancias naturales. Algunas de las máquinas más completas tienen un piloto que se enciende automáticamente avisando de la necesidad de realizar un ciclo de descalcificación. En ese caso hay que seguir las indicaciones del fabricante ya que requiere de pasos adicionales.
Ahora que ya sabes cómo hacerlo sólo tienes que asegurarte de mantener tu cafetera en perfecto estado para seguir disfrutando de tu café favorito.
